Reciclaje De Madera: Llega La Novedad Ecosostenible 
GREENJOIST, el proyecto de 36 meses co-financiado por la Comisión Europea a través del programa LIFE+  está acercándose al final. La extrusora de viguetas en espiral, gracias a su medio de reciclaje efectivo, pensado para proteger al medio ambiente, se está completando.
Tras cuatro años desde su ideación, la empresa IMAL ha logrado producir viguetas ecológicas de alta calidad a un coste competitivo, con el objetivo de reemplazar a las viguetas de madera virgen actualmente utilizadas en diferentes sectores industriales. Eso, a pesar de tres problemas importantes que causaron una ralentización en las fases necesarias para alcanzar el sistema que tenemos hoy.

PRIMERO: Ruptura de las viguetas, debida al desnivel del plano de apoyo
Después del periodo de ensayo inicial, la empresa IMAL parece haber creado una vigueta funcional, o sea que pueda resistir un peso considerable.  Sin embargo, poco tiempo después esta primera fase de actividad, IMAL tiene que enfrentarse con su primer problema: las viguetas, sin razón aparente, empiezan a romperse. Los técnicos llevan a cabo inmediatamente  pruebas y experimentos para encontrar la causa de la ruptura y se dan cuenta de que, apoyando la vigueta sobre un plano con cualquier tipo de desnivel (incluso de unos pocos centímetros), la vigueta se rompe en el punto preciso de contacto con la superficie de apoyo no llana.  Una vez encontrada la razón del problema, también su solución tiene que ser encontrada: IMAL modifica el prototipo y obtiene las viguetas con los criterios adecuados. Tras acabar los experimentos hay que hacer frente al problema de la ideación de un prototipo adecuado para la producción de las diferentes dimensiones de las viguetas y cubrir todo tipo de necesidades del mercado. La estrategia de IMAL: tener un transportador de espiral como base y modificar las bridas de salida habría permitido mantener los costes del equipo bajos.

SEGUNDO: La presión del material que pasa por el transportador de espiral, con el diámetro solicitado por el proyecto europeo, rompe la salida.
Adaptando el equipo a los estándares del proyecto GREEN JOIST aparece el segundo problema: con el diámetro pedido por el proyecto europeo (80×80), la presión creada por el movimiento del material en el transportador de espiral rompe la salida. IMAL, por lo tanto, entiende que no es posible producir los diferentes tamaños de viguetas solicitados con el mismo transportador de espiral. Eso, además de complicar aún más los trabajos, lleva consigo la necesidad de nuevas componentes mecánicas que aumentan inevitablemente los costes. Por eso IMAL, tras haber analizado con precisión los dibujos del equipo, toma la decisión de idear un transportador de espiral doble que sea capaz de oponerse a la fricción.

TERCERO: Por el aumento de la presión, la espiral del transportador se rompe.
Puesto que el prototipo se ha adaptado a los estándares europeos, al mismo tiempo la producción de la vigueta  tiene que estar en línea con las directivas que aseguran la industrialización del producto. La velocidad de producción pensada por el proyecto GREEN JOIST es de 2 metros de vigueta por minuto, en cambio la velocidad que IMAL quiere alcanzar es, en un principio, solamente de 80 cm/min. Entonces la empresa aumenta la presión necesaria para poder accelerar la velocidad de producción y llegar a los niveles de producción pedidos. Lo que obtiene es, sin embargo, el tercer problema: la espiral se rompe. Solamente después haber arreglado la pieza y vuelto a analizar los dibujos del proyecto, IMAL llega a la conclusión de que, para alcanzar los objetivos establecidos por el proyecto GREEN JOIST es necesario que cada formato de la vigueta tenga su extrusor.

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